UNA SEMANA SANTA DIFERENTE

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Cada año, al acercarse el tiempo de vivir en profundidad la Semana Santa, muchas preocupaciones banales nos distraen. ¿Dónde podemos escaparnos un par de días para descansar?, los huevitos de chocolate que debemos comprar para tenerle a los niños el Domingo de Resurrección como única e importante actividad, el valor del pescado y lo que cocinaremos estos días para alimentarnos, etc. Pero este año ha sido distinto, el Papa Francisco nos habla de la indiferencia globalizada en la que hemos caído, la naturaleza nos demuestra lo frágiles que somos, y nos permite descubrir en el hermano que lo ha perdido todo el rostro de Cristo, que por nuestra salvación entrega su vida, tal vez como más de un voluntario lo hizo para salvar a otros en Copiapó, Chañaral o tantas localidades de la zona norte del país. Este año sin duda nuestra reflexión fue más profunda, nuestra preocupación fue el de cómo ayudar nuestra oración fue para pedir por el que sufre y agradecer por la vida.